La homofobia arruina vidas

 

Leyendo el periódico hace unos días me quedé sorprendido porque un grupo de jóvenes apaleó a una pareja de gays por el único delito de demostrar su amor en público, sin meterse con nadie. Un grupo de jóvenes, animados por algunos adultos que estaban en las instalaciones deportivas de la Elipa en Madrid, emprendió una agresión contra los chicos.

Alucinante, vivimos en uno de los primeros países europeos que han aprobado una reforma legal en el código civil para acoger como "matrimonios" a los enlaces entre personas del mismo sexo. Por vez primera, los legisladores, los políticos, han ido por delante de la sociedad. Cuando lo habitual, a lo largo de la historia es que los políticos vayan, si me permiten la expresión, "como los cojones del galgo", o sea, por detrás.

Lo peor de todo es que agresiones como esta, parecen "legitimadas" socialmente. Me explico, que un hombre y una mujer demuestren su afectividad en público, no es sancionado socialmente, e incluso es "bonito", "agradable" por no decir "educativo", auque luego cuando lleguen a casa se líen a ostia limpia -que no sería el primer caso de "matrimonio ideal", que acaban convirtiéndose en noticia en los diarios.

Los cambios sociales cuestan tiempo pero poco a poco se conseguirán, es posible que la Ley solo haya sido el "aguijonazo" para poner en marcha el mecanismo social, pero hay que trabajar en la educación, en casa y en la escuela, en los medios de comunicación y en el Estado, para conseguir desterrar la homofobia del diccionario, y sobre todo de la vida pública.

Aunque cada cual debe llevar su condición sexual, religiosa y política... en la intimidad, ayudan mucho a las familias, de todo tipo, las figuras de diversas disciplinas que "salen del armario".

Deportistas, políticos, docentes, jueces, famosos, en general, que aportan, con su salida del armario, un granito de arena para acabar con la homofobia.