La nobleza vasca del PNV
He de confesar mi especial afinidad con “lo vasco”. Durante mi época de estudiante universitario sentía una especial relación de “amor-odio” con el mundo nacionalista abertzale y era capaz de comprender al nacionalismo vasco democrático -no violento-. Defendía el “carácter noble” de los vascos, al otro lado del río Ebro. Pues bien, el otro día, durante el acto de toma de posesión del nuevo lehendakari, el socialista Patxi López, me sentí defraudado por esos vascos con “euskolabel” (marca de calidad que se aplica a los productos vascos. Me explico, los nacionalistas del PNV no fueron capaces de levantarse y aplaudir al nuevo lehendakari “de todos los vascos”. Sé que tiene que escocer, especialmente, haber ganado unas elecciones al Parlamento vasco y no gobernar…pero el PNV no ha logrado la confianza parlamentaria suficiente para gobernar. Me sentí defraudado porque los nacionalistas no fueron capaces de actuar con “normalidad” durante el traspaso de poderes y no tuvieron un gesto de “nobleza” con el nuevo lehendakari. Finalmente y en clave local, me sonaron a palabras “hipócritas” la manifestación del presidente riojano, Pedro Sanz, de establecer "cauces de colaboración y cooperación entre los dos territorios". ¿Se acabaron las pugnas por las vacaciones fiscales? Me temo que no. El Gobierno riojano no dejará escapar su minuto de gloria mediático a costa de las “vacaciones fiscales”.
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